"Los botes de yogurt son muy pequeños, siempre quedo con ganas de más".

El poco interés que despertó este comentario mio, me llevó a transcribir todas las ocurrencias de mi caos neuronal. No importan a casi nadie pero mueven mi vida. De eso se trata todo esto, de compartir las simplezas que me emocionan, porque así comienzan las buenas conversaciones, después de un comentario mal ubicado. Por eso me uno a la fiebre del blog, para los que también quedaron con ganas de un poco mas de yogurt. ¡Bienvenidos!

domingo, 15 de febrero de 2009

MUTUS

Hace unas semanas tuve la suerte de presenciar mi primera nevada en Madrid. Iba camino al trabajo y me tomó por sorpresa todo aquello, quizás por venir de otras latitudes mucho más cálidas me asombró el espectaculo, veia como caian cantidad de copos colosales del cielo y era magia pura. Todos los meteorólogos pueden predecir dónde y cuándo sucederá (o eso intentan), pero nadie sabría decir de donde proviene el atractivo de un fenomeno así. No daba crédito a lo que veia ¿Como era posible que un acontecimiento tan violento como aquel no emitiera ningún sonido?, ¡No sonaba! Definitivamente es uno de los pocos eventos de la naturaleza; sino el único, que tiene la inmensa humildad de suceder y no anunciarse, ni siquiera emitiendo el mas mínimo susurro. Creo que el silencio es lo mas erótico que puede haber. ¡Es la antesala de algo grande! Ese dia se convirtió en una prueba de como lo etéreo se convierte en una relidad, como el agua en un acto fugaz golpea la nieve recién caida y la hace hielo... Después de ese crack molesto todo se transforma. Como la vida misma, solo hacen falta un par de segundos para que todo se materialize, para que todo cobre vida.

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